Mientras aguardamos una respuesta de la justicia, a la que integrantes de la legislatura de la Ciudad han recurrido en defensa del derecho a la calidad de la atención a las mujeres de la Ciudad, así como aguardamos también una opinión de las/los legisladores interesados por la situación altamente problemática por la que atraviesa el 0800-66-MUJER, mantenemos el estado de alerta y movilización que exteriorizamos en la Asamblea del 23 de junio del corriente año.
Ninguna información explícita determina la posibilidad de abandonar dicha actitud sino más bien todo lo contrario.
De ahí nuestra intención de dar continuidad a nuestra presencia en el blog y en el diálogo e intercambio con todo aquellos, justicia, legisladores, organizaciones de la sociedad civil, profesionales expertos, mujeres en los/las que ha resonado la situación de riesgo por la que atraviesa nuestra Central de Llamadas.
Es una oportunidad mas para agregar fundamentos legales y técnicos a nuestros argumentos de defensa de la Central, tales como los que citamos a continuación:
"Convencidos del papel protagónico que deben desarrollar los organismos públicos en el mejoramiento de la calidad de vida y en función de compromisos nacidos a partir del Derecho Comunitario, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de la Dirección General de la Mujer, organismo dependiente de la Secretaría de Acción Social (1) ha diseñado diferentes programas tendientes a superar o prevenir este flagelo [... Las relaciones de género (...) siguen manifestándose bajo formas violentas...]. Desde el año 1989 la Dirección General de la Mujer viene desarrollando una serie de programas de prevención y asistencia a la violencia familiar previos a la sanción de la normativa específica en la inteligencia de que en la temática está en juego una grave violación a los derechos humanos. (2)
Dichos programas son: Programa de asistencia a la violencia conyugal, destinado a la atención de mujeres víctimas de maltrato y/o abuso sexual por parte de sus esposos o parejas; Programa de Asistencia al Maltrato Infanto-Juvenil y Abuso Sexual, para niños y adolescentes víctimas de maltrato y/o abuso sexual infantil; Programa de Noviazgos Violentos, destinado a la asistencia de adolescentes con vínculos violentos en sus relaciones de pareja, Programa Lazos, para las mujeres que sufren violencia por parte de sus hijos, Línea Telefónica 0800-66-Mujer(68537) que atiende las 24 horas todos los días del año, (3) y Grupo de Autoayuda para Hombres Violentos.
Sin embargo, el ámbito de funcionamiento de la Dirección General de la Mujer no se centra exclusivamente en el ámbito de la violencia familiar, sino que el eje fundamental de su accionar es la promoción de políticas públicas que promuevan y aseguren la igualdad de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres." (...)
"La sanción de la Ley 24417 ha venido a brindar marco legal
al accionar de dichos programas preventivos y asistenciales en violencia familiar que se venían realizando desde la Dirección General de la Mujer." (...)
"Por otra parte, es de fundamental importancia, para el corte del circuito violento la atención inmediata de la Línea telefónica 0800-66-68537 porque pone en estado de alerta al victimario al constatar que su víctima tiene recursos para la asistencia de su problemática. La eficacia de este servicio para limitar al hombre violento radica en que la publicidad de su condición le hace caer el velo de impunidad que el anonimato le garantizaba.(4) Si bien el programa de atención telefónica escapa a lo jurídico, su intervención es apta como etapa previa a la judicialización de las situaciones de violencia familiar.
Estas intervenciones de salud y acción social no deben dirigirse exclusivamente al hombre violento, ya que debe derivarse a tratamiento especializado a su esposa/pareja e hijos." (5)

Referencias
1 Actual Ministerio de Desarrollo Social-Subsecretaría de Promoción Social
2 El destacado es nuestro.-
3 Ídem.
4 Ídem.
5 "Violencia familiar y abuso sexual" Lamberti, Sánchez, Viar Editorial Universidad – Cuarta edición actualizada - Buenos Aires - 2008 - Páginas 335, 336, y 350.-